8 de Marzo de 2024 – Trelew, Chubut.
Enseñante: Alejandro Rostagnotto
La suposición de saber puede ser entendida como un artilugio, una ficción que permite
a Eros situar su libido en otro lugar que el síntoma padecido, así la cadena de sentidos
que se moviliza por esta corriente erótica va permitiendo cernir cada vez con mayor
precisión las propias coordenadas del padecer, qué verdad revelan y apropiarnos de
un saber actualizado de nuestros síntomas. El inconsciente como un saber no sabido,
da lugar a un saber supuesto y posible de auto apropiación que el recorrido del
análisis equivoca. Equivoca, yerra, hace errante de toda certeza de sentido incluida la
nada de sentido como semblante. El análisis, como desmontaje, como deconstrucción
lleva paradójicamente al final del análisis a retomar el inicio, lo primordial, lo originario
de nuestra subjetividad- Las marcas electivas de goces que el sujeto asume, en el
origen de su constitución psíquica son asumidas como el propio ser, ante lo cual luego
se defiende de su incesante tendencia dividiéndolo como un síntoma no asumido.
Desarmar la escena edípica implica un primer paso que separa las desgracias del
destino anudadas al malestar en la cultura. A partir de allí la posición electiva en lo
singular de cada uno abre otra perspectiva en el análisis que puede llevar al analizante
decidido del desmontaje de la escena familiar (o las versiones que vengan a ese lugar)
al desmontaje de la pulsión, localizando su empuje corporal, las variaciones de su
objeto, la persistencia de la erogeneidad, la inagotable fuente de placer exigido y sobre
todo la separación del plus de goce del objeto a, lo que requiere de una nueva fixión.